ENTREVISTA A CRISTIAN MARTÍN

Hoy tenemos el placer de contar con Cristian Martín, ganador de la séptima edición del premio anual que organiza la editorial Plataforma Neo en colaboración con 'LaCaixa', on la obra 'Solíamos Nosotros'. 

¿Quién es Cristian Martín? 

Pregunta difícil. Supongo que soy el chaval que leía Orgullo y prejuicio en clase de filosofía, bajo la mesa; el universitario que se rayaba por los exámenes y el joven que ahora finge ser adulto, y que encima está apunto de publicar por primera vez una novela. Soy muchas cosas y muy contradictorias. Soy un desastre.

Además de escritor hemos podido leer que te dedicas al mundo del audiovisual, cuéntanos más sobre eso. 

Poca cosa puedo contaros, ya que soy bastante nuevo. Sencillamente soy guionista, de los que escriben guiones literarios (que no técnicos). He participado alguna vez en el concurso del ICAA, ayudo a mis amigos directores con sus guiones y me he formado en estructura y escritura de guiones. De momento, nada mío ha sido grabado a excepción de pequeños teasers; pero hay muchos proyectos esperando su momento.

¿Qué podremos encontrarnos en ‘Solíamos Nosotros’?

Una pizca de angustia, algo de drama, mucha nostalgia, pero, sobre todo, muchas risas. A veces te tienes que tomar la vida con humor, con cinismo, con poca seriedad, porque si no se puede hacer insoportable. Hay que poner los ojos en blanco, y creo que eso es lo que hace Clara continuamente. Creo que en Solíamos nosotros podréis encontrar una historia real, sincera, que todos hemos leído, o vivido, pero que a la vez es única, como la experiencia de cada ser humano.

En tu obra encontramos como Clara, la protagonista, se ve presionada por sus padres a estudiar derecho frente a su deseo de ser guionista. ¿Hasta qué punto ‘Solíamos nosotros’ es autobiográfico?

Hasta un punto muy bajo, la verdad. Por suerte mis padres siempre me apoyaron en mis decisiones académicas, pero muchos amigos míos no tuvieron esa suerte y quise retratarlo, porque soy consciente de que es la lucha de muchos adolescentes. Por lo general, me intento alejar de mi experiencia personal al escribir porque lo que me interesa es plasmar únicamente la emoción, no lo que la envuelve.

¿Porque decidiste ambientarla en el instituto? 

Seguro que todos habéis oído la frase de “Los años de instituto son los mejores de tu vida”. A mí me la decían mucho, y yo pensaba “Pues madre mía, entonces me bajo aquí”. Es una mentira de las gordas, lo ratifico ahora que hace casi diez años que acabé la secundaria; pero, al mismo tiempo, sí que hay algo en esos años que ya no se vuelve a repetir: llámalo inocencia, ingenuidad…, verdaderamente, las primeras veces solo ocurren una vez. Echas la vista atrás y añoras las risas en clase, las charlas en los pasillos; y al mismo tiempo te da ansiedad al recordar la gente que te caía mal (y a la que caías mal) y los exámenes, el peligro de la Sele y ese crush que lo último que pensaba es que te gustaba. Como el instituto no hay ningún otro momento porque es “la primera vez”. Luego viene la universidad (si decides seguir estudiando) y es más intensa, y mejor, o mucho peor (me río yo ahora de las PAU), pero le falta ingenuidad, le falta magia. Supongo que por eso ambienté la novela en el último año de instituto: no recuerdo otra época en que tuviera tantos nervios en el estómago, tan emocionantes y a la vez tan terroríficos.

¿Como te enteraste de que ‘Solíamos nosotros’ había ganado el premio Neo? 

Me llamaron y pensé que se estaban quedando conmigo. ¡Pero aquí estamos!

¿Qué será lo próximo?

No lo sé. Tengo dos proyectos ahora mismo en la cabeza y no sé a cuál lanzarme. Uno me provoca más ternura que el otro, pero creo que me decantaré por este último porque, aunque no me enamora tanto, me parece mucho más interesante; un mayor reto. También estoy trabajando en un guion de serie con un colega, pero aún es un proyecto muy verde.

Javier Ruescas declaraba lo siguiente: «El debut de Cristian Martín es más que una novela fresca, actual, adictiva y entrañable. Es una declaración de intenciones. Ha venido para quedarse, y los lectores tenemos suerte de que así sea.» , como sienta que un profesional como Javier Ruescas diga cosas como estas sobre ti?

Admiro a Javier desde que leí una novela suya por primera vez, hace casi diez años. Para mí es un maestro de la narración, creo que construye historias como nadie, y que considere tan bien mi obra no es solo un boost de confianza, sino también una motivación para seguir creciendo y mejorando. Nunca le podré agradecerle lo suficiente sus palabras. 

Ahora mismo me encuentro en 2º de Estudios Literarios, la misma carrera que cursaste tú. ¿Crees que los conocimientos adquiridos aquí te han abierto puertas a la hora de dedicarte a la escritura?

Sí y no. Evidentemente en la carrera aprendí muchísimo, leí muchísimo, escribí muchísimo (mis exámenes ocupaban cinco hojas en blanco, anverso y reverso; era un maldito empollón), pero es sobre todo un grado teórico. Esos cuatro años cambiaron completamente mi modo de pensar y ver el mundo, me ayudaron a picar a algunas puertas, pero luego las tuve que abrir yo. Se trata de saber darle utilidad a todo lo aprendido, que es valiosísimo y que nunca podré agradecer bastante; pero no esperes que nadie lo vaya a hacer por ti.

¿Qué consejos les darías a los jóvenes como tú que desean dedicarse a la escritura?

Que lean mucho. Muchísimo y variado. Y que no dejen de escribir: tweets, pies de foto de Instagram, reseñas, poemas, cuentos, relatos, fanfics, novelas, exámenes, trabajos, diarios, crucigramas, cartas de motivación, cartas a tu amiga que se va de au pair, mensajes de whatsapp que no vas a enviar… Si no escribes, nunca te vas a dedicar a escribir.